Desde mi primera toma de contacto con el modelo Flipped Classroom tuve la necesidad de saber cada vez más acerca del mismo. La primera persona a la que escuché el término fue a Rosa Liarte, una profesora de Geografía e Historia en un IES, en una ponencia que dio en SIMO donde expuso el trabajo que venía desarrollando con sus alumnos. Me sentí totalmente identificada con su trabajo puesto que yo llevaba varios cursos intentando darle la vuelta a mi clase, sin saber que lo estaba haciendo.
Nuestros alumnos necesitan un cambio en el aula ya que el mundo que nos rodea ha cambiado radicalmente. Al igual que no entendemos que un quirófano del año 2017 tenga instrumentos del 1980 y unos profesionales con técnicas quirúrgicas de 1980, no se puede entender una escuela con unos modelos metodológicos y unas herramientas obsoletas.
Nuestros alumnos necesitan ser parte activa de su proceso de aprendizaje y es responsabilidad nuestra, de sus maestros, el poder hacerlo realidad. Para ello es imprescindible conocer cómo podemos lograrlo. Una de los modelos que puede contribuir a ello es Flipped Classroom.
Creo que es fundamental la formación en todas estas metodologías activas. Por ello tengo grandes expectativas en el curso ofrecido por el INTEF sobre el Modelo Flipped Classroom.